Por Erik Quintanar / @ErikQuintanar
Hay quienes afirman que la preferencia sexual es genética, que se trae de nacimiento, que no se elige; hay quienes igual afirman que no se elige, pero que no se trae de nacimiento, sino que se forma conforme al desarrollo psicosocial y cultural del individuo, en donde puede influir la educación, aunque esta no necesariamente es determinante; y hay quienes afirman que sí se trata de una elección personal, que sí se elige ser heterosexual, o gay, o lesbiana, o bisexual o transexual, aunque haya rasgos "naturales" y sucesos en la historia del individuo que influyan en su elección. Pero el tema aún no es claro, no parece haber conclusiones definitivas al respecto de la genealogía de las preferencias sexuales y la identidad de género.
Hay quienes afirman que la preferencia sexual es genética, que se trae de nacimiento, que no se elige; hay quienes igual afirman que no se elige, pero que no se trae de nacimiento, sino que se forma conforme al desarrollo psicosocial y cultural del individuo, en donde puede influir la educación, aunque esta no necesariamente es determinante; y hay quienes afirman que sí se trata de una elección personal, que sí se elige ser heterosexual, o gay, o lesbiana, o bisexual o transexual, aunque haya rasgos "naturales" y sucesos en la historia del individuo que influyan en su elección. Pero el tema aún no es claro, no parece haber conclusiones definitivas al respecto de la genealogía de las preferencias sexuales y la identidad de género.