Me decanto por Alemania.
Normalmente no hubiera preferido esta disyuntiva. Quisiera algún campeón diferente, una nueva historia, una oportunidad para los no históricos; pero de entre ellos uno que haga las cosas verdaderamente bien, con heroísmo, talento y bendita fortuna. Pero dadas las cosas como están, me voy a decantar por Alemania como campeón del mundo. Prefiero a Alemania por esa gran mística y determinación incansable, esa estabilidad mental y emocional, pero una estabilidad en el esfuerzo y en la convicción, cosas que hay que imitar. Prefiero a Alemania y por goleada si es posible. De Argentina no espero más, pese a ser latinoamericano, no me importa que alguno de sus muchos talentos individuales brille y defina el partido. Pero si Messi lo logra no habrá mejor final para esta historia del mundial. Solo un Messi verdaderamente inspirado hará a Argentina mejor que Alemania, y eso es algo que hay que ver y disfrutar. De lo contrario Alemania debe ser un incuestionable campeón.
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