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martes, 3 de noviembre de 2015

Musulmanes sionistas en Israel

Publicado en Revolución3.0

   Por Erik Quintanar / @ErikQuintanar


Interesante el hecho poco conocido de la existencia de musulmanes sionistas, tanto dentro como fuera de Israel, en donde pareciera que la lógica indicaría que los sionistas solo pueden ser judíos, por cuanto que el sionismo proclama el derecho de los judíos a un Estado Nacional propio después de milenios de diáspora, persecución y acoso, para el cual eligieron instaurarlo en las ancestrales tierras de Canaán y Levante, otorgadas a ellos por Dios, según la tradición revelacionista judeo-cristiana, pero en las que hace cientos de años viven mayorías musulmanas. Solo judíos israelíes pueden ser sionistas, se podría pensar, y algunos simpatizantes de su causa, más no sus antagónicos "naturales" los musulmanes.

Al menos eso es lo que muchos piensan, que el Corán mandata la instauración universal del islam, y que islam implica un inevitable deseo de aniquilar a Israel, ese estado creado en 1948 para ser el hogar nacional de los judíos. Un Estado judío, se diría, y por ende religioso y excluyente, si bien los tratados internacionales que decretaron su instauración en tierras palestinas abogaban también por el respeto de los derechos de los no judíos que habitaran sus tierras.




Pareciera natural pensar que sería imposible el nacionalismo israelí de los no judíos, sobre todo de los musulmanes. Al menos desde occidente, en donde la información dominante siempre apunta a la confrontación mortal entre ambos bandos y pocas veces recordamos que en Israel no solo viven judíos. La opinión pública está fanatizada con la imagen radical del musulmán y abusiva del israelí.



El caso que recientemente comienza a circular en youtube de Sara Zoabi, madre del joven árabe musulmán israelí Muhammad Zoabi, cuya vida se vio amenazada el verano de 2014, viéndose forzado a esconderse por externar sus opiniones pro israelíes (y luego de pedir por el regreso de los 3 adolescentes israelíes: Naftali Fraenkel, Gilad Shaer y Eyal Yifrah, secuestrados y asesinados por terroristas), y quien es primo de Haneen Zoabi, una parlamentaria árabe israelí anti-sionista, primera mujer árabe en llegar al parlamento por un partido (pariente ésta a su vez de antiguos políticos israelíes y pioneros árabes también en el gobierno de Israel), evidentemente está lejos de representar una "normalidad", hasta donde tenemos información, pero es de destacar la vehemencia y orgullo con que declara ante la Knéset (parlamento de Israel) su identidad árabe-musulmana-israelí-sionista, lo que nos ayuda a vislumbrar que ni islam significa totalitarismo ni Israel significa exclusión y discriminación.



Nada de ello, sin embargo, puede sustraernos del debate sobre el conflicto provocado por fuerzas del sionismo ocupacionista y sus abusos sobre grupos de palestinos y la respuesta homicida de estos contra ciudadanos judíos, ni soslayar la necesidad de promover una paz verdadera entre ambos pueblos a través de un pacto de paz, respeto y tolerancia, y el establecimiento de principios más racionales que rijan el Estado, como el dejar de considerar a Israel como "un Estado judío", como reclama Haneen Zoabi. No puede haber un Estado democrático, plural, incluyente y respetuoso de la diversidad si éste se asume religiosa e ideológicamente de un solo bando teniendo en su seno múltiples identidades religiosas e ideológicas. 



El Estado de Israel es quizá un paraíso, como declara Sara Zoabi, pero por alguna razón miles de musulmanes israelíes no lo pueden ver así, una imposibilidad que difícilmente podremos atribuir a una incapacidad intrínseca de su ser musulmanes mientras existan casos que lo contradigan, como tampoco podremos considerar sin estulticia que todos los judíos son sionistas y que los ciudadanos comunes judíos son responsables de la muerte de palestinos.




                      Amar es encontrarle sentido a la vida en lo amado. He así como el filósofo ama la sabiduría, y ésta, como todo lo amado, es escurridiza.

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